Elegir la fotografía para embarazadas como mi especialidad diaria no fue una decisión tomada a la ligera. Esta categoría representa un desafío único y una oportunidad para capturar uno de los momentos más significativos en la vida de una mujer y su familia. Aquí te comparto las razones que me llevaron a enamorarme de este arte y a dedicarme completamente a él.
1. Un Desafío Único.
La fotografía de embarazadas no es una categoría común, y eso fue precisamente lo que me atrajo. En un mercado donde pocos se especializan, vi la oportunidad de destacarme y ofrecer algo realmente único. Quería convertirme en una experta en este campo, y con dedicación y esfuerzo, lo logré.
2. Transformando Inseguridades en Confianza.
Mis modelos, mujeres que están atravesando los altibajos del embarazo, a menudo no se sienten en su mejor momento físico. Los malestares pueden hacer que se sientan inseguras sobre cómo lucirán en las fotos. Mi misión es mostrarles cuán espectaculares y artísticas pueden ser, capturando no solo su belleza exterior, sino también la fuerza y el amor que llevan dentro.
3. Celebración y Esperanza.
Cada sesión de fotos es una celebración de la vida que está por venir. Estas imágenes capturan un momento de esperanza y anticipación, cuando la familia se prepara para los cambios que traerá un nuevo bebé. Es un privilegio poder documentar esta transición, sabiendo que estas fotos se convertirán en un tesoro familiar.
4. Marcar un Antes y un Después.
El embarazo es un punto de inflexión en la vida de una mujer. Los cambios físicos son evidentes, pero también hay una transformación emocional profunda que merece ser capturada. Estas fotos marcan un antes y un después, no solo en la vida de la madre, sino también en la historia de la familia.
5. Registrando la Historia Familiar.
Más allá de ser imágenes bonitas, estas fotos documentan el comienzo de una nueva vida. Son el primer capítulo de una historia familiar que perdurará por generaciones. Es un honor poder contribuir a ese legado.
Bendiciones....Ana María Coronado.
